Artículo publicado en el número 37 de la revista del Centro Psicoanalítico de Madrid en junio del 2020 https://www.centropsicoanaliticomadrid.com/publicaciones/revista/revista-del-cpm-numero-37/
Para los que hemos nacido después de la II Guerra Mundial o la Guerra Civil, la pandemia causada por el coronavirus es el evento histórico más dramático de nuestras vidas. Han muerto miles de personas, se han colapsado los sistemas sanitarios, se han hundido las economías, se ha confinado a la población…
Hay que distinguir el elemento natural que supone este virus, del cultural (Harris, 2002). El impacto del virus en sí de los efectos de nuestra respuesta a él.
Un elemento natural es la muerte. Si miramos este elemento a escala demográfica, resulta insignificante. Si miramos la escala de este evento a nivel demográfico resulta insignificante. A diferencia de la peste negra que comenzó en 1348, la epidemia del coronavirus ni siquiera ha indentado las pirámides de población. El Reino Unido, a instancias de su primer ministro Boris Johnson, decidió inicialmente no desviar su curso por la epidemia, dejarle tomar su cuota de víctimas y seguir adelante con la marcha de la sociedad y la economía. Este posicionamiento cultural tuvo que ser revertido. En el siglo XXI los seres humanos, con la misma naturaleza, hemos cambiado culturalmente. Damos más valor a la vida que en la Edad Media. Lo que antes era tolerable, ya no lo es.
Por el contrario, en España se han tomado medidas de confinamiento para prevenir el contagio que son proporcionales a una amenaza como la de la peste, cuando la amenaza no lo es. ¿Cuál es la opción adecuada?
Resulta difícil pensar en el significado de esta epidemia. Este artículo, y el volumen en el que se integra, pretenden precisamente abordar esa dificultad. Nos faltan referentes para encuadrar adecuadamente este suceso en el orden simbólico (Leader, 2012). En el registro imaginario se nos imponen referentes catastróficos como el de la peste negra que, tomando el papel de significantes amo bloquean la circulación de las ideas.
Byung-Chul Han (2020) propone la recuperación de rituales para poder afrontar culturalmente la cuestión. Se han abandonado rituales como los de saludo, quedando un agujero en su lugar. Actuar para poder pensar. Algo contrario al psicoanálisis tradicional, tal vez algo más cercano al intento de aprovechar el enactment como parte de un proceso constructivo.
La pérdida del contacto físico para prevenir contagios sume a los individuos en el aislamiento. Ese yo piel (Anzieu, 2010) que necesita el roce para sostenerse se resquebraja y caemos en una posición esquizoparanoide, o al menos en la desconfianza frente al mundo, estructurándolo como amenazador como alternativa al agujero no pensable que nos amenaza.
La comunicación sin contacto, sin relación, a través de la distancia, transmite información, pero en el mundo de las redes sociales es más difícil transmitir vivencias, compartir experiencias, construir comunidad. La sociedad de los balcones trata de construir nuevos rituales, nuevos vínculos, cohesionar (Foulkes, 1983) una sociedad atomizada… pero no basta con unos aplausos o con un himno para levantar un nuevo modelo social.
El problema se ha complicado por una crisis inaudita de liderazgo, un elemento crucial para cohesionar una sociedad (Volkan, 2004). No sólo en España. El presidente de los Estados Unidos ha provocado que algunos de sus ciudadanos se dañen con lejía para afrontar el virus, en Inglaterra, el primer ministro no se había enterado de que no valen los referentes medievales y un clamor sordo contra las estructuras de poder empieza a cuajar en caceroladas de impredecible desarrollo.
También está activa la cuestión ecológica. La fauna recupera terreno ante la reclusión del hombre. Esto nos recuerda el precio que pagamos por nuestro modelo económico.
¿Seremos capaces de pensar un nuevo modelo económico que no destruya nuestro hábitat? ¿Podremos sostener estructuras políticas que liberen y dignifiquen al ser humano? ¿Conseguiremos enfocar el problema sanitario con medidas adecuadas y proporcionales? Y sobre todo ¿seremos capaces de pensar, de simbolizar lo hasta ahora no simbolizable?
- Anzieu, D. (2010). El yo piel. Madrid: Biblioteca Nueva.
- Foulkes, S. H. (1983). Introduction to Group-Analytic Psychotherapy: Studies in the Social Integration of Individuals and Groups. Maresfield Reprints.
- Han, B. (2020). El dataísmo es una forma pornográfica de conocimiento que anula el conocimiento. Madrid: El País. Disponible en: https://elpais.com/cultura/2020/05/15/babelia/1589532672_574169.html
- Harris, M. (2002). Cultural Anthropology. Londres: Pearson.
- Leader, D. (2012). What is Madness?. Londres: Penguin Books.
- Volkan, V.(2004). Blind Trust. Large Groups and Their Leaders in Times of Crisis and Terror. Charlottesville, VA: Pitchstone Publishing.
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